VIDEOCLIP CAMPAÑA CONTRA EL MALTRATO ESCOLAR DE LA DIPUTACIÓN DE ALICANTE:
http://www.youtube.com/watch?v=1cfP5RPDg_Q&feature=player_embedded&aia=true
miércoles, 28 de abril de 2010
viernes, 9 de abril de 2010
MEMORIAS DE UN ADOLESCENTE ANTES DE MORIR
Él no sabía que se iba, que se marchaba a un lugar lejano, inexistente.
Sus ojos verdes y caramelizados que me recordaban a un paisaje exótico como la selva, me miraron por última vez.
Su pelo estaba más peinado que otros días. Pero salvo esta escepción, era igual que siempre, flequillo largo y doblado hacia la derecha, me encantaba ese estilo surfero, pelo negro como la roca de un volcán.
Hasta el último momento conservaba su cuerpo de modelo y deportista.
-Omar...
-Dime - Me pilló de improvisto ya que le miraba fijamente mientras pensaba. Conexión de ojos verdes.
- Sabes lo que has significado para mi estos días ¿verdad?
Le puse mi mano en su hombre, mientras una lágrima me caía al pensar que le estaba tocando cuando todavía le quedaba un chispa de vida.
- Necesito que acabes de cumplir lo que yo he empezado, y que cuentes a todos mi verdadera historia.
- Pero...
- Por favor.
Lo penseé un instante y comprendí las consecuencias que tendría aquello, pero no me importaba, cumpliría su deseo.
- Lo haré.
- No sería capaz de expresar nunca lo que siento ahora.
Entonces me acerqué a su oreja y le susurré justo lo que él quería que le dijese.
Volví a incorporarme, él me sonrió, cojió mi mano y la apreto tan fuerte como nunca lo había hecho.
La maquina empezó a emitir un pitido ininterrumpible y dos enfermeras enstraron corriendo a la habitación.
Yo, en shock, caí derrumbado al sillón sin soltarle la mano que seguia apretando, casi dejandomela sin circulación.
En ese momento no fuí consciente de lo que me cambiaría la vida ese último deseo suyo.
Sus ojos verdes y caramelizados que me recordaban a un paisaje exótico como la selva, me miraron por última vez.
Su pelo estaba más peinado que otros días. Pero salvo esta escepción, era igual que siempre, flequillo largo y doblado hacia la derecha, me encantaba ese estilo surfero, pelo negro como la roca de un volcán.
Hasta el último momento conservaba su cuerpo de modelo y deportista.
-Omar...
-Dime - Me pilló de improvisto ya que le miraba fijamente mientras pensaba. Conexión de ojos verdes.
- Sabes lo que has significado para mi estos días ¿verdad?
Le puse mi mano en su hombre, mientras una lágrima me caía al pensar que le estaba tocando cuando todavía le quedaba un chispa de vida.
- Necesito que acabes de cumplir lo que yo he empezado, y que cuentes a todos mi verdadera historia.
- Pero...
- Por favor.
Lo penseé un instante y comprendí las consecuencias que tendría aquello, pero no me importaba, cumpliría su deseo.
- Lo haré.
- No sería capaz de expresar nunca lo que siento ahora.
Entonces me acerqué a su oreja y le susurré justo lo que él quería que le dijese.
Volví a incorporarme, él me sonrió, cojió mi mano y la apreto tan fuerte como nunca lo había hecho.
La maquina empezó a emitir un pitido ininterrumpible y dos enfermeras enstraron corriendo a la habitación.
Yo, en shock, caí derrumbado al sillón sin soltarle la mano que seguia apretando, casi dejandomela sin circulación.
En ese momento no fuí consciente de lo que me cambiaría la vida ese último deseo suyo.
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