Observo todo desde aqui arriba... ¡Puedo ver los dorados girasoles pregnados de rocio!
Mi cuerpo se tambalea de lado a lado ¡Ups! Casi vuelvo al suelo.
Vuelvo a elevarme, bato mis alas.
Los rayos de sol dan el doble de luz a las verdes ojas de las flores. Precioso paisaje...
Necesito descansar, ha sido bastante por un momento. Me relajo en la mojada oja de la flor.
Estoy ansiosa por volver a flotar, dejar que mi cuerpo se mueva a gusto del viento, el poco viento que hay.
Voy ha acercame al precioso prado de girasoles.
Estiendo mis alas, las miro, son marrones claras como la arena del desierto, moteadas de negro. ¡Jijiijijiji! ¡Qué graciosos mis puntos negros! ¿Cómo será el resto de mi cuerpo? Mm... ¡Es negro! Que bonito.
Estoy despegando. ¡Y ahora volando de nuevo! Y solo pensar que hace un instante era un bonito capullo amarillo ¡Y ya estoy volando!
¡Mmmh! Me encanta el agradable calor que despega de el alumbrante sol, me hace sentir mejor, más alegre.
¡Vaya! Veo que se me unen unos compañeros y compañeras. Se deslizan por al aire alrededor mio.
Segiré con ellos el camino, y volveré a volar todos los días de mi vida.
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